lunes, 28 de julio de 2014

Pautas básicas para gestionar conflictos de convivencia durante los meses de verano




En el Teléfono de la Esperanza sabemos que cualquier cambio es una oportunidad y a la vez un reto. Cuando hablamos de las vacaciones podemos decir que es una oportunidad de pasarlo bien compartiendo más tiempo con nuestra familia, pero también es un reto de saber afrontar los conflictos que seguro aflorarán al pasar más tiempo juntos. Interpretar los conflictos vacacionales como una oportunidad para mejorar la relación. 


Practicar la escucha activa, dedicar un tiempo para sentarnos a escuchar lo que nuestros hijos o pareja nos dice con palabras, pero también sus sentimientos.

• Ajustar las expectativas a la realidad tratando de no idealizar el período vacacional. Para ello cada miembro de la pareja debe revisar sus creencias sobre “unas vacaciones perfectas” y plantearse si son adecuadas.

• Buscar momentos personales de tiempo libre para cultivar cada miembro de la familia sus aficiones.

• Recuperar momentos a solas con la pareja, especialmente indicado para parejas con niños, dedicar un tiempo a la pareja para disfrutar de un descanso o realizar actividades que les resulten placenteras a ambos sin tener que preocuparse por el cuidado de los hijos, un paseo, una película, una cena, una lectura tranquila,  etc.

• Para llegar a entender a una persona se precisa cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.

• Cultivar un clima de tolerancia, comprensión y flexibilidad.

• Aprovechar las vacaciones para mejorar la comunicación: aprender a expresar sentimientos positivos (“te quiero”, “soy feliz cuando tú…”) y sentimientos negativos (“has gritado al hablarme y eso me ha hecho sentir enfadada/o”).

• No discutir si uno de los dos está alterado y dejarlo para más tarde cuando los ánimos estén más calmados y negociar soluciones intermedias.

• El verano y el tiempo de descanso irá condicionado por la capacidad que tenga la persona de flexibilizar y aprender a relajarse. Por eso, al igual que se dice “al mal tiempo, buena cara”, podríamos añadir “y en época de calores, más paciencia”.