martes, 30 de enero de 2018

Día de San Valentín ¿o del amor azucarado?

Día de San Valentín, ¿es necesario?




Un año más tenemos aquí la fecha señalada de San Valentín o Día de los Enamorados. Desconocemos el origen de esta festividad, sólo sabemos que es la ocasión para colmar de regalos a nuestra pareja. De forma similar a la Navidad, en que hay que regalar a prisa y casi por obligación a veces.
Para los enamorados es un día esperado y reconfortante y para los solteros puede ser un cruel recordatorio de no tener pareja.

Riesgos psicológicos en San Valentín: 

 

  • SI TENEMOS PAREJA: Elevar nuestras expectativas de lo que es estar en pareja o enamorados. Podemos generar expectativas más elevadas sobre lo que debería ser el amor y la pareja y caer en un error al juzgar con severidad y falta de realismo nuestra relación. “Es que no es suficientemente romántico” “no tenemos suficiente química” “no hay suficiente pasión“, etc.
    • Interrumpe el diálogo negativo y el pensamiento crítico con un “¡Basta!” o “prou!
    • Trata de planificar algo divertido para hacer ese día, o bien reflexiona si realmente es tan importante el día de San Valentín o simplemente es una imposición comercial. 
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    • SI ESTAMOS SOLTEROS: Nos puede parecer que todos están disfrutando del día de San Valentín (como cuando es fin de semana y no tienes plan). Es tentador deprimirse o autocompadecerse. Hay que estar MUY ATENTO y no caer en la vía fácil:
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No tomarse en serio la presión social

En una película que vi una vez, se reunían un grupo de mujeres amigas entre ellas para celebrar el día Anti-San Valentín como protesta por tener que sufrir el bombardeo de los medios de comunicación haciendo gala de las bondades de estar enamorado, tener pareja, etc. Y hay algo cierto en esto: cada uno puede elegir en qué focalizar su atención; se puede restar importancia al día de San Valentín, comprendiendo que se trata de un fenómeno de ventas y de marketing, que no refleja ni evalúa con precisión el grado de felicidad y bienestar de una pareja ni el de una persona soltera.

Lo que cuenta es el día a día, no un día en concreto

 (San Valentín)  

Es aconsejable no evaluar la satisfacción con nuestra relación de pareja en días como el de San Valentín, ya que podemos caer en exigencias idealistas infundidas por los medios de comunicación.
Debemos también darnos cuenta que el día de los enamorados, así como el del Padre y el de la Madre, son cada día.
El amor se demuestra en el cuidado diario y la dulzura no se demuestra con una nube de caramelo y una chocolatina en forma de corazón sino en el trato considerado y generoso de nuestra pareja a lo largo del tiempo.

Impotencia por ansiedad o disfunción eréctil ansiógena



La impotencia o disfunción eréctil puede ser física,(orgánica),o “psicológica” y “mixta”.
 
-La orgánica puede deberse a problemas vasculares,neurológicos ,de hipertensión,hiperglucemia o cardiopatías.
 
-La psicológica por  ansiedad de ejecución o el miedo a un desempeño del acto sexual inadecuado con poca duración o dureza en la erección,que son los generadores de la ansiedad que provocan la disfunción eréctil no orgánica.
 
Los factores predisponentes ,detonantes y mantenedores serían:
 
. El temor al fracaso.
. La obligación de resultados, sobre todo si la pareja o uno mismo son muy exigentes.
. El Altruismo excesivo (hay que cuidar de que la pareja quede satisfecha pero también uno mismo).
. La autoobservación, la erección es involuntaria, la auto observación la inhibe).
 
Las causas de una disfunción eréctil psicológica se dividen en tres grupos:
 
1. a     Factores inmediatos (ansiedad de ejecución).
1. b    Acontecimientos vitales traumáticos.
1. c      Vulnerabilidad desarrollada en la infancia o adolescencia.
 
1.a  Como factores predisponentes tenemos:
 
–        Educación moral y religiosa restrictiva.
–        Relaciones entre los padres deterioradas.
–        Inadecuada información sexual.
–        Experiencias sexuales traumáticas durante la infancia.
–        Inseguridad en el roll psicosexual en los primeros años.
–        Trastornos de la personalidad.
–        Modelos paternos inadecuados.
 
1.b  Factores precipitantes:
 
–        Algún fallo esporádico (o “gatillazo”).
–        Depresión y ansiedad.
–        Estrés.
–        Expectativas exageradas sobre los logros y satisfacciones en el sexo.
–        Problemas generales en la relación de pareja.
–        Infidelidad.
–        Disfunción en la pareja con la que se interacciona.
–        Edad 
 
1.c   Factores mantenedores:
 
–        Ansiedad ante la posibilidad de no tener suficiente dureza y durabilidad en la erección.
–        Anticipación de fallo o fracaso.
–        Sentimientos de culpa.
–        Falta de atracción entre los miembros de la pareja.
–        Escasa confianza y o comunicación entre los miembros de la pareja.
–        Miedo a la intimidad.
–        Baja autoestima en cuanto a la autoimagen.
–        Información sexual inadecuada.
–        Escasez de estímulos eróticos.
–        Miedos o fobias específicas.
–        Escaso tiempo dedicado al galanteo o besos y caricias antes de pasar al coito.
–        Trastornos mentales.
 
 
-La disfunción eréctil “mixta”:puede iniciarse por problemas físicos y derivar en una inseguridad patológica,que,solucionados éstos,de como resultado una disfunción eréctil ansiógena.Aunque pueden darse también más combinaciones.
 
Hasta la aparición de los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (IPDE5), la eficacia de la terapia sexual ha sido superior al resto de las intervenciones (fármacos u otros abordajes) en el tratamiento de la disfunción eréctil, según los estudios de diversos autores.

Incluso es así cuando se compara con la administración de algunos fármacos.
 
En el caso concreto de la disfunción eréctil secundaria, el número de fracasos terapéuticos es de sólo un 26,2%  la terapia sexual es sumamente eficaz, y los fracasos terapéuticos se deben fundamentalmente a la falta de motivación y abandono de la terapia.
 
La intervención sexológica está conformada por un conjunto de estrategias de carácter psicoterapéutico que se emplean con los siguientes fines:
 
–        Tratamiento de la disfunción eréctil de carácter psicógeno.
–        Rehabilitación de la respuesta sexual en los casos donde el tratamiento farmacológico no surte efecto.
–        Adaptación y optimización de la respuesta en enfermedades crónicas que imposibilitan la erección.
 
Las técnicas más usualmente empleadas para el tratamiento de la disfunción eréctil son:
–        Modelo de Masters y Jhonson.
–        Modelo de Kaplan.
 
Lo cierto es que estos problemas, que bloquean la vida de las personas e inciden en una mala relación de pareja o en su ruptura, durante años, pueden solucionarse en meses con una terapia sexual adecuada

Somatizaciones, lo que nos dice el cuerpo


¿Qué son las somatizaciones?

    Entendemos que una persona está somatizando cuando tiene molestias en el cuerpo como consecuencia de algún problema de tipo emocional o psicológico. En cierta manera, podríamos decir que es un mensaje que nos da el cuerpo para resolver la situación y aprender a gestionarlo de manera diferente.

 Algunos ejemplos de somatizaciones frecuentes son:
  • Dolor de cabeza
  • Sensación de cansancio
  • Problemas estomacales y/o intestinales
  • Contracturas en la espalda o cervicales
  • Bruixismo o rechinar de los dientes mientras dormimos
  • Alteraciones en la menstruación
  • Afonía o perder la voz

¿Qué podemos hacer?

Primero de todo, es importante es identificar los detonantes. ¿Qué situaciones han pasado ese día o en el último tiempo que puedan explicar esa molestia? Para ello, puede ser interesante escuchar el propio cuerpo y el propio malestar para ver qué nos quiere decir. Por ejemplo, cuando nos duele la espalda puede significar que estamos cargando muchos temas e, incluso, temas que no nos corresponden. Por ello, es necesario valorar el dolor y el mensaje que nos está proporcionando.

En segundo lugar, una vez identificado los detonantes, es importante
 buscar maneras alternativas para poder hacerle frente.
  • ¿Me estoy encargando de demasiadas cosas? Hay que valorar la opción de delegar y/o priorizar aquellos aspectos más importantes y urgentes desestimando aquellos que puedan ser secundarios.
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  • ¿Me he enfadado, pero no he dicho nada? La rabia, como las demás emociones, la hemos de dejar salir y expresar. En caso de que resulte difícil comunicarlo a la otra persona, buscar alternativas saludables para externalizar esta emoción activa como puede ser el deporte, el arte, la escritura, etc.
  •  
  • ¿Estoy pasando una época con más ansiedad por algún tema del entorno? En ocasiones, las circunstancias que nos rodean no las podemos modificar pero sí nuestra actitud a ella. En este sentido, es conveniente hacer un trabajo de los propios pensamientos limitante así como aprender o ejercicios de relajación y respiración.
Para acabar, pero no menos importante, es necesario aprender a cuidarse a uno mismo. Buscar válvulas de escape propias y actividades agradables que nos permitan equilibrar la balanza para disminuir el propio malestar.

martes, 23 de enero de 2018

LOBOS

Los lobos
Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida.

Les decía:
...- una vieja pelea esta ocurriendo dentro de mi, es entre dos lobos; uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, competencia, superioridad, egolatría.

El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión y fe.

Esta misma pelea esta ocurriendo continuamente dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra...-

Los chicos se quedaron pensativos, y uno de ellos preguntó a su abuelo:

¿ Cual de los lobos ganará?

...y el viejo cacique respondió simplemente

...-"el que alimentes"-...
 
 

ANSIEDAD




¡Hola!

    Soy la ansiedad, no te asustes… vengo en son de paz, por cierto, ¿por qué te asustas tanto ante mi presencia?

    Sé que sientes horrible cada vez que aparezco, que te desesperas y quisieras hacerme desaparecer, sé que si pudieras me aventarías con todas tus fuerzas lejos de tu vida, sobre todo porque crees que estoy aquí para hacerte daño, para amargarte la existencia… inclusive has de creer que puedo llegar a ser la causa de tu muerte; pero créeme, si no te he hecho daño, es porque no es mi intención hacerlo y porque tampoco lo voy a hacer. 

    No estoy aquí ni para que te de un ataque al corazón, ni para que te ahogues y mucho menos para volverte loco o hacerte sentir raro e inadecuado; creo que ya te lo he demostrado.  Y sí, sé que hago un desastre en tu interior y que te asusto, pero al final del día… no te he matado, no te has ahogado y tampoco te has vuelto loco. La realidad es que estás aquí, teniendo miedo a que eso pase, sin que haya pasado en realidad.

    Y te confieso que no porque pienses o sientas que pueda pasar, significa que realmente
vaya a pasar.

    Estoy aquí escribiéndote esta carta porque te quiero platicar la verdad y serte totalmente honesta: si he aparecido en tu vida haciéndote sentir todo esto es porque no había encontrado otra manera de hacerme escuchar por ti.

    Estabas tan ocupado tratando de ser exitoso, de ser productivo y de demostrarle a los demás que eres digno de ser amado… que no escuchabas mis pequeñas señales.
¿Recuerdas esa vez que te dio un dolor de cabeza? ¿O cuando tuviste insomnio por más de 2 horas? ¿O qué tal esa vez que sin razón aparente te soltaste a llorar sintiendo que algo andaba mal? ¿y esa vez que te quedaste solo y te sentiste inquieto y buscaste con qué distraerte…? ¿o qué tal esa vez que te dio un temblor en el párpado? ¿aquella alergia en la piel…? y ni hablar de la gastritis y colitis.

    Bueno, pues todas esas veces era yo misma tratando de hacer algo para que me escucharas, para que te detuvieras por un momento a sentirme y resolver de verdad lo que te estaba pasando. Pero no lo hiciste, seguiste con tu ritmo de vida; seguiste con tu misma manera de pensar y reaccionar; preocupándote por el qué dirán, presionándote por ser perfecto, angustiándote por tener el control de todas las cosas a tu alrededor… por salvar a los demás mientras que te descuidabas a ti mismo, y está bien… está bien… comprendo que es algo actual y hasta aprendido. 

     Pero como eso no es lo que quiero para ti, como sé que puedes ser libre de verdad, entonces intenté algo más fuerte: hice que te doliera la quijada al despertar, que se te taparan los oídos y te sudaran las manos…que tu corazón acelerado para después sentirte agotado y hasta mareado… en fin, tampoco me quisiste escuchar.

    Y sé que te desesperas porque no “entiendes” con tu mente racional lo que te está pasando, y claro, con tu mente racional no me vas a entender, ¡al contrario! sólo logras asustarte más y generarte nuevas sensaciones e ideas que no eran mi intención que tuvieras.

    Mi intención es ayudarte a ti y a regresar a tu centro, ayudarte a frenar por un momento para que voltees a ver en tu interior qué es lo que estás necesitando para volver a sentirte libre y pleno. Mi intención sí es llamar tu atención, y te felicito si estás leyendo esto, pues significa que ahora ya no quieres evitarme. De hecho, sé que estás cansado y cansada de hacerlo, de huir de mí como si fuera un monstruo en medio de un bosque oscuro.

    Sé que ya no toleras seguir embobándote horas y horas en el Facebook y la televisión mientras que sabes que hay algo que necesitas atender, que estás cansado de vivir la vida de otras personas para no voltear a ver la tuya, sé que ya no quieres seguir adormeciendo tu cuerpo, que ya no quieres fugarte de la realidad y que realmente quieres disfrutar de tu vida.

    Sé, que ya empiezas a estar más dispuesto a sentirme y escucharme.

    Y espero de verdad que ahora estés listo y lista para enfrentar tu realidad,  para enfrentar la verdad de tu vida y de ti mismo tal y como es, sin máscaras, sin atajos… sin pretensiones.  

    Y siéndote honesta, yo también ya me cansé de estarte mandando avisos para nada más ver cómo te asustas y sales corriendo, cómo llegas a pensamientos que no son verdad generándote un malestar mayor, alejándote cada vez más de escucharme.

    Y como me cansé, me rendí, y decidí escribirte. Pues tengo algo realmente importante que decirte.

    Así es que vayamos al grano.

    Lo único que llevo tratándote de decir todo este tiempo, es que… es momento de evolucionar. 

    ¿Evolucionar? sí, no es un concepto New Age, es una necesidad de todo ser humano cuando en algún momento de su vida ya no le funciona lo que viene haciendo.

    La realidad es que estoy aquí porque necesitas hacer algunos cambios en tu interior y en tu vida, pues aceptémoslo, no te sientes pleno y no estás viviendo como quisieras hacerlo.
¿Quién quiere vivir presionándose a sí mismo? ¿exigiéndose por cumplir estándares aprendidos? ¿Tratando de complacer a medio mundo menos a sí mismo? ¿intentando controlar todas las variables de cada día? ¿quién quiere vivir quejándose y con miedo de todo lo que sucede? ¿queriendo tener la certeza de todo lo que va a suceder? ¿repitiendo los eventos traumáticos de su pasado? ¿echando culpas a los demás?
¿Cómo vas a querer vivir sin ser tú mismo y sin tomar las riendas de tu propia vida? 

    Para eso estoy aquí, para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive dentro de ti, y para lograrlo, tendrás que deshacerte de lo que te impide contactarla. No significa que te tengas que convertir en otra persona, ¡al contrario! significa que necesitas dejar de actuar y pensar como tú no eres y poder ser más tú mismo. 

    Estoy aquí para ayudarte a ver precisamente qué te impide contactar con tu sentido de vida, con tu pasión por vivir, con tu alegría y con tu verdadero ser. Y que puedas descubrir que hay algo que estás necesitando darte y generarte para lograrlo.

    Es lógico que a veces no te des cuenta de esas cosas que necesitas, que te sumerjas en relaciones que no te funcionan, en trabajos que no te gustan pero que “necesitas”, que busques ser amado por los demás poniéndote máscaras y actuando como no eres; es lógico, que busques la seguridad en alguien más y que creas que no puedes tú sólo con esta vida, ¿quién no quisiera regresar a la panza de su mamá y despreocuparse por todo?

    Pero tampoco tienes por qué vivir alerta y protegiéndote de “posibles peligros”, puedes relajarte… y darte cuenta que no tienes que controlar absolutamente todas las variables para poder dormir con la mente en paz. Puedes hacerte responsable de ti y de tu vida sin que te conviertas en un adulto aburrido abrumado por la vida; puedes seguir disfrutando aunque tengas hijos por cuidar o sueños por cumplir.

    Puedes vivir de hacer lo que te gusta y compartir tu tiempo con quien eliges, puedes generarte una manera de pensar más realista y positiva, al final del día, tú no eres tus pensamientos, eres quien se da cuenta que piensa y puedes tomar las riendas de tu mente, claro, de manera amorosa y paciente.

    Y para lograr esto, necesitabas darte cuenta que tu mente está interpretando constantemente la realidad, y que no siempre tu interpretación es correcta, que puedes caer en errores, creer esos errores, obsesionarte con esos pensamientos, y alejarte de la realidad que sí está sucediendo.

    Es momento de que regreses a la realidad y descubras que hoy, ahí donde estás, estás a salvo, y tienes todo el derecho y la capacidad para tomar las riendas de tu vida.  Eso sí, necesitarás perderle el miedo al rechazo, al ridículo, al fracaso y al qué dirán, necesitarás hacerte tu prioridad y confiar en tu voz interior, necesitarás esforzarte por generarte eso que sí anhelas y que sabes que es tu derecho vivir. 

     Estoy aquí para decirte que necesitas ponerle límites a las personas que te lastiman; para que te agarres de valor y aprendas a decir que “no”; para que dejes de mendigar amor con quien no te merece; para que dejes de depender de la existencia de tu pareja para ser feliz; para que de una vez por todas… ¡cuides tu cuerpo!

     ¿De qué otra manera le habrías puesto atención a tu cuerpo? Digo, probablemente de muchas maneras, pero ésta está funcionando.  Necesitas darle el alimento que necesita, dejar de criticar tu físico y agradecerle por lo que te da; haz que sude y que se mueva, ten tus hormonas al día y duerme las horas que necesitas.

    ¿Por qué te explotas? ¿Por qué te exiges tanto? No entiendo porque lo haces… si lo tienes todo, lo eres todo, tienes toda la capacidad que necesitas para crear tu propia realidad, pero te tratas como tu propio esclavo, eres demasiado severo contigo mismo… y estoy aquí para pedirte que simplemente te detengas.

    Así es que ya sabes… si realmente quieres que me vaya, toma el timón de ti mismo, pregúntate qué has hecho que te ha alejado de tu esencia. Pregúntate realmente cómo quieres vivir y lucha por esa vida, pues es tu vida, y solamente tú puedes decidir sobre ella… si a los demás no les parece, es porque ellos tienen su propia vida, no tendrían por qué comprenderte y tú no tendrías por qué controlar lo que piensan sobre ti. 

    El único control que puedes tomar es el de ti mismo, y para recuperarlo, necesitarás aceptar que lo has perdido y retomarlo con fuerza. Necesitarás usar toda esa frustración y tensión interior y convertirla en motivación para ir tras lo que anhelas. Por eso, necesitas permitir que yo me exprese, perderme el miedo, sentirme para que veas que estos síntomas tan sólo son una manera de ayudarte a recuperar tu equilibrio, y que si esperas a que pasen… pasarán, y que si aprendes a relajarte y a tener tu mente en el presente, se transformarán.

    Así es que la próxima vez que me sientas, cierra los ojos… confía y siénteme, déjate llevar… escucha lo que tengo por decirte, entiendemey después, ¡pasa a la acción! Por favor, ya no me reprimas, ya no te distraigas cada vez que llego… pues así no podré hablarte y no podrás hacer esos cambios que tú sabes que necesitas hacer. 

    Espero no tener que llegar muchas veces más en tu vida, pero si lo hago… recuerda que no quiero lastimarte, quiero ayudarte a que recuperes tu propio camino de evolución, el camino que si lo tomas, te hará mucho muy feliz.
Y ya para terminar, quiero confesarte una última cosa, quiero decirte quién soy en realidad:
Yo… soy tú esencia. 

    Así es, soy tu esencia, disfrazada de ansiedad.

    Soy tú verdadero ser, ese que guardaste para proteger, y estoy aquí, gritándote, tocando desde el interior de tu corazón con fuerza para que me escuches. No es taquicardia lo que sientes, soy yo, que quiero salir de ahí.

    Déjame salir… déjame tomar las riendas y confía en mí, recuerda quién soy y quién eres, vuélvete a hacer uno conmigo y pierde el miedo a salir lastimado. Yo prefiero que vivamos la vida como es, que la exploremos y que demos lo que tenemos que dar, sea lo que sea, a vivir escondidos por miedo a lo que pueda pasar… 

Así es que hola, yo soy tú, y ya es momento de escucharme. 

Con cariño, yo – La Ansiedad